20 de octubre de 2011

Julia

Mirarte
y tener pensamientos espontáneos
violentos
escondidos
imaginar tu cuerpo en su conjunto
moviéndose desnudo frente a mí
debajo de tu ropa
acomodándose tu piel
tus músculos, sus líneas
en cada nuevo ángulo, a otro gesto
a otra posición indiferente
que establece tu presencia y me domina.
Mis ojos te encontraron sólo hoy
y esta conducta inédita y silvestre
que me arrasa
me cambia para siempre el femenino:
cada nueva mirada, cada gesto
perseguido por esta secreta intimidad
por esta persuasión de los cuerpos silenciosa
esa reacción involuntaria
del hombre al que completa una mujer
en los espacios exactos
que me define el género
seduce mi mente, en medio de la gente
en solitario.