10 de marzo de 2010

Pesimismo

A veces tengo la impresión de que todo lo bueno de este mundo es el producto de un esfuerzo sin tregua, de un par de manos y de brazos que se esfuerzan por impedir que una tela, la barbarie, todo lo que hay de negativo e irracional en las emociones humanas los sofoque, alzándola, extendiéndola, atajándola constantemente, defendiendo a pulso cada cuota de espacio, de aire.