5 de febrero de 2018

Crisis

Los números maceran sus venenos
en la voz de mi Padre.

Perdido en un lenguaje
de cientos y de miles
intento distinguir
el filamento quemado de sus sílabas,
la expresión cauterizada de su miedo;
la amenaza de no dar con el dinero,
de no saber
o de no enviarlo a tiempo.

Los números se invitan
a las conversaciones con mi Padre
a gritar sus magnitudes alocadas
en escalas que no entiendo;
y filtran sus ácidos letales
en las preguntas de mi Padre
que vive lejos de los que hurgan la basura,
pero cada vez un poco menos.